Síndrome de dilatación y vólvulo gástrico


Síndrome de dilatación y vólvulo gástrico

El síndrome de dilatación y vólvulo estomacal (DVE) es la urgencia más común y temible en las razas de gran tamaño.  Es algo relativamente frecuente, que si no hay un buen reconocimiento de los síntomas por parte del dueño y el veterinario, generalmente tiene un desenlace muy sombrío.

Conozcamos algo más sobre este complejo y mortal síndrome.

Quien lo padece:

Afecta habitualmente a perros de tórax profundo como Setter Irlandés, Pastor Alemán, Dobermann Pinscher… o razas gigantes como Gran Danés, San Bernardo o Mastines.

También se pueden ver afectadas razas de menor tamaño, de modo que se ha descrito en Basset, Caniche miniatura, Pekinés, Bulldog Ingles o Teckel.

La edad de presentación varía entre los 2 meses de edad y los 15 años, siendo la edad media los seis años.

Generalmente es mas frecuente en animales de edad avanzada.

Problemas en el organismo:

Esta es una situación muy compleja que altera múltiples sistemas en el organismo. Da lugar a problemas en el tubo digestivo, pero que repercuten en todo el cuerpo.

Llegan incluso a dañar de una forma directa hasta el propio corazón y el sistema circulatorio, originando un shock, que lleva al colapso y la muerte, en pocas horas.

Como se produce, porqué es tan grave:

El problema principal es que por varios motivos (comidas muy abundantes o voluminosas, alimentos extraños, flatulentos o difíciles de digerir, como los huesos, aerofagia, edad avanzada, dificultad en el eructo,…) se acumula gas en el interior de la estomago. Otras veces se llena en exceso de agua, o el alimento ingerido se hincha sobremanera. Esto provoca que esta víscera se distienda de forma anormalmente exagerada.

La extrema distensión hace que las paredes de este saco que es el estomago,  se estiren y se compriman, como lo harían las de un globo, y por ello los vasos sanguíneos que discurren en su interior se aplastan. Este fenómeno de aplastamiento hace que se produzca una isquemia o dicho de otro modo, que el oxigeno no llegue a muchas partes de este órgano. La isquemia de la pared del estomago provoca daños graves o incluso la muerte del tejido.

La muerte del tejido de la pared del estomago permite que este se rompa y se perfore.

Cuando se llena excesivamente de gas, la parte final del estomago, busca espacio en el abdomen, donde poderse situar. En este momento el antro pilórico, que es como se llama la parte final del estomago, se desplaza hacia arriba y produce la torsión gástrica, al arrastrar al órgano y obligarle a rotar sobre su eje.

Esta torsión agrava drásticamente la situación, ya que si el aporte de sangre ya estaba comprometido, ahora es casi imposible que llegue a ninguna parte de la pared del estomago.

Lo que contiene el estomago fermenta y produce mas gas. Por otro lado la fermentación produce sustancias toxicas que dañan mas las paredes del estomago.

Peor aun, hay un ligamento que une el estomago al bazo, lo que hace que cuando el píloro se desplaza, arrastra al bazo, el cual se queda también sin riego sanguíneo.

Cuando hay torsión, por culpa de este ultimo fenómeno, es frecuente que al operar, sea necesario extirpar el bazo.

Los fenómenos de falta de riego sanguíneo que hemos descrito provocan la liberación de una serie de sustancias al morir los tejidos, que hacen que el corazón comience a fallar, agravando drásticamente el cuadro.

Es frecuente que estos daños en el corazón, aparezcan hasta dos días después de tratado el animal, incluso si ha sido operado.

Síntomas:

Detectar los síntomas de forma precoz y acertada, puede evitar un final muy desagradable. Hay que ser muy frío para diferenciar los signos de una gastritis de los de una dilatación.

El principal síntoma es la nausea y arcadas improductivas, o que no se acompañan de un vomito. El animal babea de continuo, con intentos de vomitar, que no obtienen su fruto.

El animal suele estar o muy inquieto, andando sin parar mas que los momentos de nausea o de defecar, o bien se queda en un lugar muy quieto y con un rictus de dolor.

El abdomen, en la parte más próxima al tórax, se infla, hasta niveles increíbles. Si golpeamos con un dedo, resuena como un tambor. Esto indica que el estomago esta lleno de gas y muy hinchado.

Al padecer dolor abdominal los perros con este problema se arquean, de modo que su espalda se dobla hacia arriba, intentando disminuir el dolor.

El corazón late desbocado e irregularmente, pero las encías pueden estar desde muy rojas a pálidas o de color ceniza.

No es raro que el animal se tambalee y pierda el paso, pero que por dolor recupere rápidamente la postura.

Diagnostico:

El diagnostico lo establece el veterinario por medio de la exploración clínica, la radiografía de abdomen y en ocasiones se hace necesario el sondajepara intentar la descompresión del estomago.

La radiografía suele distinguir adecuadamente entre una dilatación y  una torsión, en un porcentaje muy alto de los casos, pero algunos necesitan sondaje.

Si la sonda no pasa al estomago y no se elimina el gas, lo mas seguro es que estemos ante un caso de torsión o vólvulo, y que si no se opera al animal cuanto antes, lo mas seguro es que fallezca en pocas horas.

Si solo hay dilatación el sondaje es resolutivo, si bien es bueno que el animal se hospitalice un tiempo para prevenir recaídas y controlar las posibles complicaciones, como las arritmias cardiacas.

Si la dilatación ha sido muy grande o muy duradera o se repite más de una vez, se recomienda una cirugía exploratoria del estomago, para valorar si hay zonas muertas, que podrían dar lugar a una perforación y otra preventiva de la torsión, llamada gastropexia. En los casos muy pertinaces, que con la gastropexia recaen con frecuencia en dilataciones mas o menos graves, se puede realizar una piloroplastia para facilitar el vaciado del estomago.

Tratamiento:

El tratamiento de este síndrome es complejo.

Pasa por evacuar el gas, mediante sondaje o por punción de la bolsa de gas, controlar los desequilibrios electrolíticos y la deshidratación que se producen, así como el shock de origen hipovolemico, o endotoxico por las toxinas de destrucción del estomago y el bazo.

Luego de sondado u operado para vaciar el estomago y quitar el bazo si es menester, se ha de vigilar que no aparezcan arritmias ventriculares en las siguientes horas o días, derivadas de los efectos cardiotóxicos de las sustancias que se han producido en el bazo torsionado y en la pared del estomago isquémica.

Es interesante hacer operaciones preventivas de la torsión y en caso de continuas recaídas, otras que faciliten el vaciado del estomago.

Como podemos prevenirlo:

Las reglas básicas para prevenir este síndrome son estar alerta en todas las razas grandes, sobre todo e el caso de animales muy glotones, que ingieren la comida muy rápidamente y con aire.

Hemos de mantener una dieta equilibrada y estable, sin alimentos de difícil digestión como los huesos, o que sean muy flatulentos. A veces basta con que sean alimentos inhabituales, aun siendo sanos y adecuados, pero que a nuestro perro le sientan mal.

Es muy importante evitar que realicen ejercicio brusco tras las comidas, que reposen una o dos horas antes de jugar con pelotas, correr, etc.

Puede ser útil evitar que beban cantidades importantes de agua tras comer pienso, el cual se recomienda dar mojado para evitar que se hinche en el estomago al tomar agua.

También es interesante dar más de una comida a los perros al día, para que la ración no sea tan voluminosa. Es útil el dar la ultima comida al medio día o primera hora de la tarde, porque si se comienza a dar este problema, lo veremos en las siguientes horas y podremos actuar. Si damos la ultima comida por la noche, a modo de cena, no veremos durante las horas de sueño que pasa con nuestro perro y lo podremos encontrar muy grave o muerto por la mañana.

En esencia:

La dilatación y el vólvulo gástrico son urgencias de vida o muerte.

El diagnostico ha de ser precoz y el tratamiento agresivo, para darle las mejores oportunidades de supervivencia a nuestra mascota.

Ante la más minima duda de que pueda darse este problema, es preferible acudir al veterinario aun de urgencias, que no tener que lamentar las consecuencias.

Es interesante mantener las medidas de prevención en todos los perros de razas o topologías susceptibles de padecer este síndrome.

Publicado el 25/09/2015